
Este cuadro fue hecho por el pintor flamenco Jan van Eyck, en 1434, representa a un mercader adinerado llamado Giovanni Arnolfini y a su esposa Jeanne Cennami, vivieron en Brujas (Belgica), entre 1420 y 1472.
Es, sin duda, una obra maestra del arte de los primitivos flamencos.
La tesis dominante hasta el día de hoy la dio Erwin Panofski en1934, sostiene que el cuadro presenta el matrimonio de ambos, celebrado en secreto y atestiguado por el pintor. Sin embargo, se proponen otras interpretaciones.
La pintura tiene una costumbrista escena informativa, muestra a los personajes en su alcoba y en una pose ceremoniosa.
La minuciosidad del cuadro se logró gracias al empleo del óleo y de plumillas especiales. En el fondo se puede apreciar un espejo -en cuyo marco se representan diez escenas de la Pasión de Cristo- se refleja toda la habitación vista desde atrás, los esposos, el moviliario, la ventana e incluso el pintor.
Van Eyck trató de representar los objetos con la mayor exactitud posible, pero no les dio movimiento, todo se muestra muy estático, teatral y poco espontáneo. La luz y la perspectiva es muy buena, la claridad se difumina poco a poco, el marco arquitectonico y el espejo dan profundidad.
A mi parecer van Eyck falló en el sombrero, lo hizo muy grande. Arnolfini parece estar enfermo y leyendo un poco más acerca de esta pintura, la mujer no está embarazada sino que se quería resaltar el vientre, una de las partes más bellas para la gente de la época, el pelo del perro tiene un gran detallismo y es una proeza técnica.
Los objetos y sus detalles.
Las naranjas, importadas del sur, eran un lujo en el norte de Europa, y aquí aluden quizá al origen mediterráneo de los retratados.
La cama tiene relación, sobre todo en la realeza y la nobleza, con la continuidad del linaje y del apellido.
La alfombra que hay junto a la cama es muy lujosa y cara, otra muestra de su fortuna y posición.
Los rosarios eran un presente habitual del novio a su futura esposa, representa religiosidad.
La lámpara sólo tiene una vela, que simboliza la llama del amor -era costumbre flamenca encender una vela el primer día de la boda-.
El perro pone una nota de gracia y desenfado, simboliza, la fidelidad y el amor terrenal.
Es, sin duda, una obra maestra del arte de los primitivos flamencos.
La tesis dominante hasta el día de hoy la dio Erwin Panofski en1934, sostiene que el cuadro presenta el matrimonio de ambos, celebrado en secreto y atestiguado por el pintor. Sin embargo, se proponen otras interpretaciones.
La pintura tiene una costumbrista escena informativa, muestra a los personajes en su alcoba y en una pose ceremoniosa.
La minuciosidad del cuadro se logró gracias al empleo del óleo y de plumillas especiales. En el fondo se puede apreciar un espejo -en cuyo marco se representan diez escenas de la Pasión de Cristo- se refleja toda la habitación vista desde atrás, los esposos, el moviliario, la ventana e incluso el pintor.
Van Eyck trató de representar los objetos con la mayor exactitud posible, pero no les dio movimiento, todo se muestra muy estático, teatral y poco espontáneo. La luz y la perspectiva es muy buena, la claridad se difumina poco a poco, el marco arquitectonico y el espejo dan profundidad.
A mi parecer van Eyck falló en el sombrero, lo hizo muy grande. Arnolfini parece estar enfermo y leyendo un poco más acerca de esta pintura, la mujer no está embarazada sino que se quería resaltar el vientre, una de las partes más bellas para la gente de la época, el pelo del perro tiene un gran detallismo y es una proeza técnica.
Los objetos y sus detalles.
Las naranjas, importadas del sur, eran un lujo en el norte de Europa, y aquí aluden quizá al origen mediterráneo de los retratados.
La cama tiene relación, sobre todo en la realeza y la nobleza, con la continuidad del linaje y del apellido.
La alfombra que hay junto a la cama es muy lujosa y cara, otra muestra de su fortuna y posición.
Los rosarios eran un presente habitual del novio a su futura esposa, representa religiosidad.
La lámpara sólo tiene una vela, que simboliza la llama del amor -era costumbre flamenca encender una vela el primer día de la boda-.
El perro pone una nota de gracia y desenfado, simboliza, la fidelidad y el amor terrenal.
La pintura se encuentra en el National Gallery de Londres desde 1842.
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